viernes, 12 de diciembre de 2008

Comunicación y Arte: dos palabras que van de la mano

Por Claudia Castro


Qué es comunicación y qué es arte. Si nos ponemos a buscar una definición sobre comunicación encontramos que es la acción y efecto de comunicar o comunicarse, como también la trasmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor.
Por otra lado, el arte establece que el es una disciplina o actividad, pero en un sentido más amplio del concepto. Se dice que el talento o habilidad que se requiere para ejercerlo está siempre situada en un contexto literario, musical, visual o de puesta en escena. El arte involucra tanto a las personas que lo practican como a quienes lo observan; la experiencia que vivimos a través del mismo puede ser del tipo intelectual, emocional, estético o bien una mezcla de todos ellos.
Si buscamos una definición de índole más “pura”, decimos que es un medio por el cual un individuo expresa sentimientos, pensamientos e ideas; es así como vemos a este conjunto plasmado en pinturas, esculturas, letras de canciones, películas y libros. Las bellas artes centran su interés en la estética, nos referimos a la pintura, danza, música, escultura y arquitectura; las artes decorativas suelen ser utilitarias, es decir “útiles” específicamente.
Si bien estas definiciones las encontramos por separado, damos cuenta que estas dos palabras van de la mano, y que su punto de encuentro es el hecho de expresar y trasmitir algo a la otra persona, como así también el de generarle un sentimiento.
Es allí, donde entra en juego lo observado en el Seminario de Comunicación y Arte “El Espejo Maravilloso”, realizado en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social los días 12 y 13 de noviembre.
El Espejo Maravilloso ha sido un espacio donde los tesistas reflejaron cómo la comunicación/arte vienen juntas de la mano. Y esto se ha visto a través de las diferentes disciplinas investigadas y tratadas, como el caso del teatro, literatura, pintura y música, entre otras.
Un caso excepcional y sorpresivo, ha sido lo planteado con la magia y el ilusionismo, donde una disciplina no muy habitual ha podido enmarcarse en estas áreas.
La magia e ilusionismo parecían estar distantes de lo que es la comunicación y el arte, pero como toda arte es aquella manifestación de la raza humana capaz de expresar o generar un sentimiento en una tercera persona utilizando recursos sonoros, visuales o plásticos, éste no se encontraría fuera de esta área. ¿Pero que pasa con la comunicación?
Si bien, a la magia se la considera como un show creativo y a la vez intrigante, nunca se lo pensó como algo comunicativo, aunque al estar generando un sentimiento y expresando algo mediante la escenificación, está comunicando.
A todo esto, el tesista Roberto Mansilla comienza su ponencia diciendo que “el ilusionismo es un punto de encuentro entre la imaginación y la realidad”. Si nos ponemos a pensar en estas dos palabras, nos damos cuenta que siempre existe y existió una comunicación con el espectador, y esto se da cuando creamos una imaginación y nos corremos de nuestra realidad, provocando así un sentido.
Tal como dice Verón, “que toda comunicación es todo proceso de producción de sentido y todo aquello que produzca sentido es un hecho comunicacional”, entonces la magia lo estaría cumpliendo.
El show que se realiza con ésta disciplina no sólo debe pensarse como algo artístico, sino también, como algo comunicacional.
Aunque nuestros ojos muchas veces no se corren de lo que ven, tenemos que pensar que lo que se está expresando, ya sea corporalmente, con silencios y acciones, como se hace en el teatro, también se nos está comunicando. Es así donde el arte y la comunicación van juntas de la mano.
Esto, no sólo está dado con la magia, sino también con la pintura, música o literatura, donde la comunicación se ve muy involucrada con estas disciplinas, ya que también se puede expresar sentimientos con respecto a lo social o político, sectores que muchas veces quedaba como algo aislado.

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