viernes, 12 de diciembre de 2008

SOCIEDAD + ARTE + COMUNICACIÓN

Hoy la comunicación ocupa un espacio central en las relaciones humanas. Una mala comunicación provoca la ruptura en una pareja, hace caer al candidato en las encuestas, interpretar erróneamente las indicaciones del médico. Por el contrario una buena comunicación transforma lo imposible en posible. En definitiva, en la vida del hombre del siglo XXI, todo es una cuestión de comunicación.
Así es decretado por las nuevas tecnologías y por el poder que ellas adquieren. Por un lado los medios de comunicación inundan con información la vida de las personas. Por otro lado y complementando lo anterior, de internet irrumpe en el mundo con la idea de estar comunicado todo el día y cuando lo deseemos. Hay entonces una asociación del concepto de comunicación a “estar informado y comunicado permanentemente”.
Uno de los logro de la globalización es inundar con datos la vida del hombre; pero limitando las herramientas para jerarquizarlos en función de la vida de cada uno. Otro símbolo de esta época es la presencia de la comunicación permanente, cuando en realidad hay una profundización del aislamiento e individualismo. Este contexto de una única vía entorpece la reflexión y la búsqueda de otro camino; que aprovechando el avance tecnológico construya una sociedad más igualitaria y con la suficiente capacidad para elegir, que la actual carece.
Es cierto, que las prácticas artísticas por sí mismas no generan la transformación social, por que es una tarea que incluye a toda la sociedad. Pero el arte – comprendido como un proceso de construcción colectiva, social e histórica de sentido- es una práctica comunicativa alternativa a la tradicional comunicación.
El arte es una forma de comunicación alternativa y tiene que cuestionar, denunciar y problematizar la actual imposición de un modelo único de sociedad. Ayudar a que los ciudadanos, generen interrogantes críticos sobre su pasado, presente, piensen su futuro permitirá construir “otros” caminos para vivir en una sociedad distinta.
No tenemos dudas que las prácticas artísticas son parte de la cultura de un pueblo y son el grito dado de las voces “silenciadas” en el discurso dominante. Son prácticas de sentido, que buscan resignificar su rol histórico, político, social, existencial en cada una de sus manifestaciones artísticas. A través de ellas comunican a la sociedad los resultados deseados y no deseados de sus actos.
En las Jornadas de Comunicación/Arte, Arte/comunicación del 13 y 14 de noviembre pasado, en la facultad de Comunicación Social y Periodismo de la UNLP, estas ideas salieron a la luz.

Arte y Comunicación: El espejo Maravilloso












Comunicación y Arte: dos palabras que van de la mano

Por Claudia Castro


Qué es comunicación y qué es arte. Si nos ponemos a buscar una definición sobre comunicación encontramos que es la acción y efecto de comunicar o comunicarse, como también la trasmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor.
Por otra lado, el arte establece que el es una disciplina o actividad, pero en un sentido más amplio del concepto. Se dice que el talento o habilidad que se requiere para ejercerlo está siempre situada en un contexto literario, musical, visual o de puesta en escena. El arte involucra tanto a las personas que lo practican como a quienes lo observan; la experiencia que vivimos a través del mismo puede ser del tipo intelectual, emocional, estético o bien una mezcla de todos ellos.
Si buscamos una definición de índole más “pura”, decimos que es un medio por el cual un individuo expresa sentimientos, pensamientos e ideas; es así como vemos a este conjunto plasmado en pinturas, esculturas, letras de canciones, películas y libros. Las bellas artes centran su interés en la estética, nos referimos a la pintura, danza, música, escultura y arquitectura; las artes decorativas suelen ser utilitarias, es decir “útiles” específicamente.
Si bien estas definiciones las encontramos por separado, damos cuenta que estas dos palabras van de la mano, y que su punto de encuentro es el hecho de expresar y trasmitir algo a la otra persona, como así también el de generarle un sentimiento.
Es allí, donde entra en juego lo observado en el Seminario de Comunicación y Arte “El Espejo Maravilloso”, realizado en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social los días 12 y 13 de noviembre.
El Espejo Maravilloso ha sido un espacio donde los tesistas reflejaron cómo la comunicación/arte vienen juntas de la mano. Y esto se ha visto a través de las diferentes disciplinas investigadas y tratadas, como el caso del teatro, literatura, pintura y música, entre otras.
Un caso excepcional y sorpresivo, ha sido lo planteado con la magia y el ilusionismo, donde una disciplina no muy habitual ha podido enmarcarse en estas áreas.
La magia e ilusionismo parecían estar distantes de lo que es la comunicación y el arte, pero como toda arte es aquella manifestación de la raza humana capaz de expresar o generar un sentimiento en una tercera persona utilizando recursos sonoros, visuales o plásticos, éste no se encontraría fuera de esta área. ¿Pero que pasa con la comunicación?
Si bien, a la magia se la considera como un show creativo y a la vez intrigante, nunca se lo pensó como algo comunicativo, aunque al estar generando un sentimiento y expresando algo mediante la escenificación, está comunicando.
A todo esto, el tesista Roberto Mansilla comienza su ponencia diciendo que “el ilusionismo es un punto de encuentro entre la imaginación y la realidad”. Si nos ponemos a pensar en estas dos palabras, nos damos cuenta que siempre existe y existió una comunicación con el espectador, y esto se da cuando creamos una imaginación y nos corremos de nuestra realidad, provocando así un sentido.
Tal como dice Verón, “que toda comunicación es todo proceso de producción de sentido y todo aquello que produzca sentido es un hecho comunicacional”, entonces la magia lo estaría cumpliendo.
El show que se realiza con ésta disciplina no sólo debe pensarse como algo artístico, sino también, como algo comunicacional.
Aunque nuestros ojos muchas veces no se corren de lo que ven, tenemos que pensar que lo que se está expresando, ya sea corporalmente, con silencios y acciones, como se hace en el teatro, también se nos está comunicando. Es así donde el arte y la comunicación van juntas de la mano.
Esto, no sólo está dado con la magia, sino también con la pintura, música o literatura, donde la comunicación se ve muy involucrada con estas disciplinas, ya que también se puede expresar sentimientos con respecto a lo social o político, sectores que muchas veces quedaba como algo aislado.

jueves, 11 de diciembre de 2008

De las Jornadas de Comunicación/ Arte y Arte/ Comunicación

Por Irene Laura López

REFLEXIONES PRELIMINARES
“El arte no comunica y es opaco” es el disparador para esta reflexión preliminar. Todo un desafío. Justamente, porque es una de esas verdades absolutas –nunca tan absolutas- que no pondría en dudas y es que el arte es comunicación. Pero no, esa frase desató en mí, un aluvión de argumentos y contra argumentos sobre la ¿inexorable? relación entre arte y comunicación.
¿Qué vinculación une al arte y la comunicación? ¿El arte comunica? ¿Y en caso de comunicar que comunica? Y si estoy equivocada ¿Por qué el arte no comunica? son los puntos que construyen esta reflexión.
UN SENDERO, UN CAMINO
¿De donde parten quienes sostienen la incomunicabilidad del Arte? Ellos parten de entender la Comunicación como: transmisión lineal de información del emisor al receptor, a través de los medios de comunicación masivos. Mientras el Arte se reduce a las obras expuestas en los museos, supuestamente para un público de entendidos.
Así las obras de arte tienen un único y complejo sentido, que sólo puede ser entendido y explicado por expertos. Que se desvirtúa cuando entran en el mundo mediático, porque se ven simplificadas y masificadas para una audiencia que no comprendería su significación.
El resultado es un camino con dos senderos: la comunicación y el arte, que nunca se cruzan. De esta forma, niega las múltiples significaciones del proceso comunicativo del arte con el público. Un camino que conduce a la simplicidad intelectual.
UN SENDERO, MULTITUD DE SIGNIFICACIONES
Entonces, ¿hay una estrecha relación entre el Arte y la Comunicación? ¿Por qué reafirmar esta posición? Enriquecer el concepto de Comunicación es pensarlo desde la producción de significaciones; y hay significaciones cuando hay un lenguaje para decodificar. El Arte es un lenguaje artístico, porque tiene un conjunto de signos propios y ordenados particularmente.
Las prácticas artísticas son un modo de expresar lo oculto, aquello enquistado en el interior del artista generado por el mundo externo. Nos ayuda a ver más que a mirar, con las obras de arte el creador busca provocar una sensación en el otro, que lo conduzca hacia la reflexión. ¿No es esta sensación acaso comunicación?
Obviamente, una comunicación intuitiva, emotiva que nos interpelará a cada uno diferente. Remitiéndonos a diversas significaciones, de acuerdo a la interpretación y el conocimiento que tengamos sobre la obra. En definitiva el artista siempre nos esta comunicando “algo” con ella.
Las prácticas artísticas son la huella “de lo no dicho”, de aquello que la sociedad no quiere cuestionar y resguardar en el inconsciente colectivo. En esa búsqueda por el sentido, ellas se resignifican permanentemente, en pos de construir redes de solidaridad e identidad.
Se plasman en la memoria colectiva y construyen sentido, vinculando instancias de diálogo entre el rol social, político y productivo de una época. Así las creaciones artísticas adquieren una dimensión comunicable, al dar cuenta de las formas de comunicación humanas – desde el arte rupestre, el impresionismo a los formatos televisivos- desarrolladas por el hombre a lo largo de la historia.

En definitiva, la comunicación nació de la necesidad del hombre de interactuar, y el arte nació de la necesidad del hombre de comunicar. Las prácticas artísticas en constante proceso de transformación, son una matriz para analizar el futuro del mundo, y no sus “actualidades” supuestamente eternas. Y en este sentido, la comunicación en el arte se cuestiona por los enigmas que todavía no fueron descifrados.

¿QUÉ COMUNICA EL ARTE JAPONÉS?

Matsumura Subaru

El arte japonés, en sus diversas disciplinas, representa y comunica la conciencia o el sentido de la belleza। Esto se ve reflejado en la belleza de la naturaleza, la simplicidad o la sencillez y la inconclusión de la obra।

■日本庭園 Nihon-तेइएँ




Podemos ver en el desarrollo de una obra artística, como ser el jardín de piedra de Ryouanji, obra construida en Kioto en el año 1450 por HOSOKAWA Katsumoto, la simplicidad o sencillez a través de un número de 15 rocas agrupadas en 5 montículos. Una blanca arena se muestra a modo de aguas que corren y se deslizan a su alrededor, de una manera muy calma y serena.
Estas 15 rocas representan la 15° noche en la que aparece la luna llena. La inconclusión en esta obra se da en que no hay posición desde la cual puedan verse las 15 rocas en su conjunto.
No hay arbol que le dé sombra ni pastizal que invada el lugar. Todo es claro y simple. Con elementos tan sencillos como estos, se ve reflejada la belleza de la naturaleza.

■水墨画・墨絵 Suibokuga (Sumie)

松林図屏風 Shourin-ज़ुब्यौबू

Este tipo de pintura se llama SUIBOKUGA o SUMIE. Esta obra fue pintada por HASEGAWA Touhaku en el año 1593. En este caso la simplicidad se denota en la no utilización de color. La esencia de la naturaleza es representada por medio de trazo simple y hasta enérgico que demuestra la vitalidad de la vegetación. Las formas que parecen desaparecer son las que hacen a esta obra inconclusa, ya que es el ojo del receptor de la obra quien va descubriéndolos.

■随筆 Zuihitsu

徒然草Tsurezuregusa

Este es el denominado zuihitsu o escrito casi poetico en el que se describen experiencias o impresiones personal.
“Tsurezuregusa” fue escrita por YOSHIDA Kenkou entre los años 1310 y 1331. El encanto de las flores en su esplendor y el de la luna cuando mengua o cuando no muestra sombras no es particularmente bello, sino que tanto el estado inmediatamente anterior al florecimiento como el momento después de caer también tiene su encato.
La frase es muy sencilla, pero en ella se refleja el significado profundo que la obra quiere mostrarnos. Dentro de esta frase misma se contempla la inconclusión cuando habla de la belleza dada en las flores que aún o ya no está en su esplendor o en la luna que aún no llega a su forma completamente redonda.

■Comunicación y Arte
Los japoneses tenemos la tendencia a sentir la belleza en la naturaleza, la simplicidad y la inconclusión, porque con el corazón sentimos la belleza más fuerte que con los ojos. Por ejemplo, la viveza del color y las formas perfectas son las bellezas visuales. En la comunicación entre los japoneses preferimos la representación imprecisa y sensible a la clara y lógica.
El arte es representar este sentido o conciencia de la belleza o bien la obra que hable de él. También el arte nos comunica el sentido o conciencia de la belleza y podemos tener una conciencia consensuada por ver las obras y sentirlas del mismo modo. Después podemos discutir acerca de las obras.
Cada uno de los receptores de las obras puede tener una relación con otros y de esta manera se da una comunicación que puede generar nuevos descubrimientos y, como consecuencia, una nueva forma de arte. A la vez, todo ésto puede ser denominado comunicación.
El hecho de que en la actualidad podamos sentir como bello o que podamos emocionarnos ante la belleza de la naturaleza, la simplicidad o sencillez o bien ante la inconculsión de las obras que se conservan desde la antigüedad, o lo que llamamos arte tradicional se debe a que, a lo largo del tiempo, se ha logrado la misma conciencia o el consenso respecto a la conciencia o el sentido de la belleza. ¿Por qué podemos tener la misma conciencia? Esto se debe a que la comunicación respecto del arte se ha transmitido repetidamente hasta la actualidad junto con la conciencia o el sentido de la belleza.